Por: Luciano Fernández, periodista y director de infocamaras.com.ar

El presidente Javier Gerardo Milei apareció en la portada de la icónica revista Time, algo que fue muy celebrado por sus seguidores en redes. Sin embargo, con solo leer el interior de la publicación se resalta que es posible que “se le esté acabando el tiempo antes de que su apoyo popular se desmorone”.

El día después de realizar un show gratuito para sus seguidores en el Luna Park, Javier Milei se convirtió en el argentino número 18 en aparecer en la tapa de la revista Time. Algo que fue muy festejado por el público libertario que solo se quedó con la imagen de su líder. Contrariamente a lo celebrado, la nota escrita por la periodista Vera Bergengruen refleja todas las desgracias que vive el pueblo argentino desde su asunción.

La corresponsal afirma “si bien Milei prometió que la ‘casta política’ sería la más afectada, sus medidas de austeridad han golpeado a los argentinos comunes y corrientes. La tasa de inflación anual sigue siendo cercana al 300%, una de las más altas del mundo”. Además, destaca que desde que asumió, “ha congelado los proyectos de obras públicas, devaluó el peso más de un 50% y anunció planes para despedir a más de 70 mil empleados públicos”.

Por su parte el fracaso de la Ley Omnibus y la dificultad para la aprobación de la Ley Bases ha sido observado como que “hay indicios de que Milei ha malinterpretado el alcance de su mandato”.

Por otra parte, es interesante observar que Milei en el comienzo de la entrevista señala que “en el año 1895, acorde a las estimaciones de Angus Maddison, que en paz descanse, y su equipo, Argentina alcanzó el PBI per cápita más alto del mundo. De hecho, Argentina era la primera potencia mundial y eso Argentina lo logró en 35 años”.  En esta frase, donde busca exaltar a las ideas liberales, hay cosas que no cierran con el registro histórico de la época. Por un lado, los argentinos han tenido un consenso de que la formación del Estado se da en 1880, a lo que entonces ese objetivo que señala el presidente se hubiese logrado en 15 años, pero lo más interesante y que deja a las claras lo errada que está la afirmación del libertario, es que ni los más conservadores determinan a ese año como el momento más álgido de las ideas liberales.

Con respecto a la hermana del presidente, Karina Milei, la nota la menciona como “el jefe” y recuerda su pasado “Es una ex tarotista que hasta hace unos años vendía pasteles en Instagram. Ahora ella controla con qué periodistas habla su hermano, qué fotos de él se publican”.

Otro de los singulares momentos donde Javier Milei busca defender este modelo empobrecedor, que ya generó marchas multitudinarias en su contra como la de la defensa de la educación, y un caos social como en la provincia de Misiones, es cuando responde que “cuando nosotros mandamos el DNU, que aún sigue vigente, no lo han podido derribar y ya empiezan a salir fallos de la Corte en nuestro favor, y la ley base, eso combinado hacía que Argentina saltara 90 puestos en el índice de libertad económica para que se parezca a Alemania. Nosotros mandamos en esos primeros 30 días 1.000 reformas estructurales, es decir, mucho más de lo que se hizo durante todo el siglo XX, si vos te lo ponés a pensar”. Y luego, tal vez pensando que podría engañar a su interlocutora, afirmó “…queremos que en el largo plazo tengamos un PBI per cápita 50% mayor que el de Estados Unidos”.

Con respecto a la política internacional, defendió a Israel en sus ataques frente a Palestina, mientras que sobre la relación con China remarcó en tono despectivo “Mi posición es que la gente haga lo que quiera. Pueden comercializar con quien quiera. Yo lo que no hago es alianzas estratégicas con comunistas”. 

Lo curioso y trágico, es que al ser consultado sobre si se veía como un revolucionario, el presidente declaró “Yo quiero que Argentina vuelva a abrazar las ideas de la libertad. Eso es lo que yo quiero hacer. Para eso hay que desmontar todo un montón de restricciones y regulaciones que fueron creadas a lo largo en el tiempo. De hecho, el concepto que nosotros tenemos tanto el DNU como la Ley Base es devolverles libertades individuales a los ciudadanos, restaurar la libertad, hacer que los mercados sean más competitivos”.

 Sin embargo, la caída del consumo, la suba de la pobreza, el aumento de tarifas, la quita de financiación a las provincias ya es algo que le trae consecuencias en el país y Milei decide no ver. Pero desde el exterior lejos de lo que comunica el presidente, si se ve el presente doloroso que transcurre en suelo argentino.