Por Dr. Matías Desalvio, especialista en derecho laboral

Los trabajadores de la sanidad buscan una revisión de las escalas salariales correspondientes a 2020. Ciertamente, perciben los salarios más bajos del mercado laboral en relación con cualquier actividad y se les exigen jornadas de entre 12 y 24 horas.

Está claro que el hostigamiento y la desprotección estatal del personal de salud es inadmisible y debe cesar inmediatamente. Si los funcionarios y legisladores se hubieran reducido en un 5 por ciento el salario como en otros países del mundo, podrían pagarse aumentos salariales que superen las expectativas de los profesionales de la salud.  
Además, hay una contradicción entre el enaltecimiento público del personal de salud y falta de voluntad política para actualizar los valores depreciados de los haberes del sector; como si los hubieran querido remunerar con aplausos, pero con aplausos no se para la olla.

Me inclino a pensar que aquellos a quienes virtualmente les habíamos puesto la capa de superhéroes no son otra cosa que esclavos del sistema de salud y se encuentran entre la espada y la pared por el juramento hipocrático.  
Como si fuera poco, las vacaciones de este sector estuvieron suspendidas durante todo el 2020 y, honestamente, vamos camino a una repetición de escenario este 2021.

La lista de irregularidades sigue. Hay médicos que trabajan en pisos de Covid que aún no han sido vacunados. Y tampoco cuentan con una representación eficiente que los defienda de los abusos del estado, de las prepagas y de las obras sociales.Estamos frente a una clara situación de precarización laboral.