Lanús amenaza con cancelar el Lollapalooza
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Luego de exponer los $8.000 millones de deuda que heredó de Gustavo Posse en San Isidro, Ramón Lanús hizo foco en otro aspecto deficitario de la pasada gestión: la realización del Lollapalooza en el distrito.

“En 2023, este evento generó ingresos al municipio por 20 millones de pesos, y gastos por no menos de 60”, dijo el intendente PRO que, frente a ese cuadro, busca renegociar el contrato con DF Entertainment, productora comandada por Diego Finkelstein que trae al país el festival de rock alternativo, indie y punk creado en 1991 por Perry Farrell en Estados Unidos.

Lanús exigió “multiplicar por 10 veces los ingresos que percibe el municipio por ese festival. De 20 a 200 millones de pesos en un año” y advirtió que no está dispuesto a que el “festival siga siendo subsidiado por todos los vecinos”.

Dato no menor es que el festival -que tiene como main sponsor a Coca Cola- está previsto para la semana que viene pero, con la negociación sin cerrar, Lollapalooza aún no cuenta con habilitación municipal para que se realice en el Hipódromo de San Isidro.

Aún ajustado por inflación, Lanús consideró que el aumento de ingresos requerido por la comuna a la organización del festival “es muy importante y el saldo será un beneficio económico para el municipio”, dijo.

Entre los artistas que tienen previsto presentarse en esta edición local del Lollapalooza del 15 al 17 de marzo figuran desde Blink-182 y The Offspring, pasando por Cristian Castro y Miranda, hasta Limp Bizkit. En la preventa, los abonos por los tres días estaban a 120 mil pesos.

Más allá del reclamo de renegociar el contrato para que la comuna perciba mayores ingresos de este festival internacional, Lanús volvió a marcar distancia con la gestión de Posse en lo que definió “un beneficio típico de la casta”. En ese sentido, sostuvo que aceptarán “los centenares de entradas de cortesía que recibía el Municipio”.