Ciclovías: movilidad sustentable y más calidad de vida urbana para Tigre
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Por Gladys Pollán Arquitecta. Concejala de Frente de Todos, Presidenta de la Comisión de Urbanismo del HCD de Tigre

La creciente valoración sobre la protección ambiental y el impacto de la pandemia ha potenciado y acelerado ideas urbanas que de otra forma hubiesen quedado en el olvido.

Hoy el transporte público ha reducido su capacidad de uso. Este sistema de movilidad se vió reducido en un 70 por ciento.

Nos enfrentamos al desafío de pensar en la ciudad del siglo XXI y la ciudad de Tigre debe tener esa meta; por eso es importante consolidar proyectos urbanos en el marco de ciudades sostenibles, amigables y ambientales.

Una de las ideas para aliviar el transporte público es la apuesta por la movilidad urbana del futuro, el proyecto “Ciclovías Urbanas Seguras” que ofrece una adecuación en el espacio de circulación vial en todo el territorio tigrense.

Este proyecto, como otros, trata de contribuir a la preservación de nuestra “Casa Común”: nuestra ciudad, y da respuesta a posibles nuevas contingencias.

Este cambio paulatino que se plantea no obedece a una moda sino a una toma de conciencia urbana que provoque una conversión interior y profunda en las vecinas y los vecinos y poder crear nuevos patrones culturales que ordenen el tránsito y protejan el medio ambiente.

El fenómeno de la bicicleta que describen las crónicas de todo el mundo habla de una experiencia cercana a la utopía: el crecimiento de los grandes centros urbanos y sus consecuencias en el medio ambiente, nos obligan a reformular el diseño de nuestras ciudades. La llegada de las ciclovías nos acerca al ideal de una ciudad respetuosa, segura, participativa y resiliente para nuestros habitantes. Es un derecho constitucional que los bonaerenses puedan gozar de un ambiente sano y es nuestro deber como ciudadanos conservarlo y protegerlo para su provecho y el de las generaciones futuras.

Sabemos que el potencial aumento de las concentraciones urbanas traerá un mayor consumo de energía, aumentando la contaminación atmosférica, lo que acentuará el cambio climático, y sus consecuencias en las personas; y por eso es indispensable proyectar superficies destinadas a las Ciclovías Urbanas Seguras. Es necesario planificar y preparar las ciudades para estas contingencias.

Por sus múltiples beneficios para la salud y el medio ambiente, la bicicleta sigue ofreciéndose como la esperanza de un futuro más esperanzador y un símbolo de la reconciliación del ser humano con el medio ambiente. Nuestro proyecto se ha ido enriqueciendo bajo esa visión y con el vital compromiso de la ciudadanía. En los últimos meses, fuimos intercambiando experiencias con representantes del Instituto de Investigación y Planificación Urbana de la ciudad de Curitiba (Brasil), donde la práctica urbana es desde hace décadas un eje central para su propio desarrollo.

Por su parte, el Doctor Carlos Moreno, director de la cátedra Emprendimiento, Territorio e Innovación de la Universidad Sorbona en Francia, compartió con nosotros su visión sobre la experiencia de la bicicleta en París, que atraviesa por estos días una explosión de consumo nunca antes registrada en la capital francesa, que incorporó las ciclovías y el sistema de bicicletas compartidas en 2007.

Estos dos ejemplos, París y Curitiba, han reducido los accidentes viales y su consecuente mortalidad.

En el país, según el relevamiento realizado por la Organización Argentina de Bicicletas que nuclea 35 organizaciones de todo el país, el aumento de víctimas usuarias de bicicletas entre 2015 y 2017 fue del 80 por ciento.

En ese mismo sentido, la Asociación Civil “Luchemos por la Vida” informó que solamente en el 2018 la mortalidad en accidentes de tránsito fue de 7.274 personas, 437 de ellas eran ciclistas. Entre los factores que provocaron esas muertes, la asociación precisó: falta de educación vial, falta de controles básicos -es decir ausencia de ciclovías- y falta de señalización.

Ciclovías Urbanas Seguras es mucho más que ordenar el tránsito a partir de una normativa acorde y articulada con la realidad.

A partir de esta regulación, podremos dar el primer paso hacia esta bella utopía. Una que nos traiga un futuro más esperanzador.