Por un futuro sin violencia patriarcal
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Por: Anabela Colli,cConcejala del PTS en el FITU en José C. Paz. Docente de primaria y secundaria.

Siempre para esta fecha me preguntan por qué marchó todos los 8 de marzo. Si lo hago para terminar con el patriarcado, contra la violencia de género o para que siga escuchándose bien fuerte el grito de Ni Una Menos. Todas estas opciones son ciertas, pero hay una razón fundamental: mis alumnas. Cada 8M me movilizó porque quiero un mundo libre de violencia machista para ellas.

Soy maestra en una de esas  escuelas paceñas olvidadas por los gobiernos de turno. En José C. Paz, ese “olvido” no solo se expresa en la falta de condiciones edilicias para que el acceso a la educación pública sea realmente un derecho de calidad, sino también en que mis estudiantes y sus madres son víctimas de una violencia estructural solo por el hecho de ser mujeres o pertenecer al colectivo LGBTIQ+.

 Junto con mis compañeras de los equipos de orientación escolar vivenciamos historias de denuncias por violencia de género que no son tomadas y relatos donde la dependencia económica de las mujeres y sus hijes, la precarización  laboral y la falta de vivienda propia lo único que hacen es poner en peligro sus vidas. En el municipio de Mario Ishii, durante el 2022, hubo 6 femicidios y en lo que va del año en nuestro país ya perdieron la vida 52 mujeres. Todas estas muertes podrían haberse evitado.

Dentro de ese eslabón de violencia, las prioridades para el gobierno son otras. El Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, tiene el segundo presupuesto más bajo de todo el Gasto Público, apenas 0,19 % del total. Solamente con los U$S 1.022 millones que se pagaron en enero en intereses de deuda a fondos privados se hubiese financiado 4 veces el gasto anual de todo el Ministerio

Este ajuste para cumplir con el FMI también recayó en las asignaciones familiares, AUH y jubilaciones, que con la nueva movilidad previsional, y sin piso frente a la inflación, vienen perdiendo frente a la escalada de precios.

Pero también hay otras formas en que el ajuste golpea sobre las mujeres. Vimos cómo la ministra Tolosa Paz, por ejemplo, recortó los planes sociales, que son ayudas de emergencia que en su amplia mayoría reciben las mujeres desocupadas, o que hacen changas y son jefas de hogar.

La oposición de derecha no se queda atrás. Juntos por el Cambio dice que le importan las vidas de las mujeres pero ajusta  en las provincias donde gobierna. Los anti derechos de Milei y Espert además de pedir más ajuste, hacen campañas reaccionarias contra los derechos conquistados como el aborto legal y la educación sexual integral, arengando para la tribuna electoral.

Es por esto que el Estado también es responsable de que se perpetúe la violencia machista. En el caso de José C. Paz. No hay un solo refugio para víctimas de violencia de género ni tampoco hay datos sobre la situación de este flagelo en uno de los municipios más pobres del Gran Buenos Aires. Por eso, desde la banca del PTS en el Frente de Izquierda Unidad elevamos un pedido de informe a la Dirección General de la Mujer y al Departamento Ejecutivo del Honorable Concejo Deliberante para que se comunique esta información. También presentamos un proyecto de asistencia económica para mujeres y diversidades víctimas de la violencia machista, el cual debería ser un monto mensual igual a la canasta básica. Sabemos que con esto no alcanza, que cada conquista la ganamos en las calles. Nosotras las feministas socialistas peleamos por un mundo donde no sean necesarias estas medidas, pero en el camino de organizarnos para tirar abajo este sistema, queremos arrancarle todos los derechos necesarios y urgentes

Nosotras supimos organizarnos, nos plantamos por Ni Un Menos y conquistamos el derecho al aborto. Es con esa fuerza, en las calles y organizadas junto a todas y todos los afectados por el ajuste, que tenemos que exigir un plan de emergencia para atender a las víctimas de violencia, que cuente con presupuesto para subsidios, créditos a tasa cero para viviendas propias y la construcción de refugios con más plazas en todo el país, entre otras medidas.

Me niego a que el ajuste y la violencia siga cobrándose nuestras vidas. Por eso si tocan a una, nos tenemos que organizar miles.